MARCO ENRIQUEZ-OMINAMI
Hace tiempo sigo con interés la campaña a Presidente de Chile del socialista Marco Enríquez-Ominami. Tal vez sea el fenómeno más novedoso de los últimos tiempos en la región. Con 36 años, Marquito se ha atrevido a desafiar al rígido y conservador sistema político chileno.
Al momento, las encuestas lo muestran empatado en el segundo puesto, y para muchos es el único en condiciones de ganarle al derechista Piñera.
Mi amigo Patricio Navia ha publicado un libro (El Díscolo, Random House Mondadori, Santiago de Chile) que es un largo reportaje a Enríquez-Ominami. Allí encontré pocas referencias a la Argentina.
La primera es sobre el conflicto por la provisión de gas. Hablando del anterior gobierno de Frei, Marquito critica el contrato y se muestra comprensivo con Argentina:
"... un contrato mal firmado por el gas. Siempre creía que Argentina no iba a crecer. Un error mayúsculo. No haber previsto que Argentina también tenía tasas de crecimiento altísimas y por lo tanto lo que estaba firmando iba a ser incumplible. Argentina no tenía ni siquiera para alimentar su propia tasa de crecimiento." (191)
La segunda referencia es de forma:
"Patricio: ¿Y a qué país irías primero?
Marco: Lo hemos pensado harto.
Patricio: Hay una posibilidad real de ser Presidente.
Marco: Estamos trabajando en eso. Dame una semana y te lo anuncio. Pero lo lógico sería Argentina." (227)
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